Europastry era el líder en los mercados español y portugués de masas congeladas de pan y bollería. Tras crecer entre 1996 y 2008 al 15% anual, el crecimiento se bajó a partir de 2008 al 2,2%, por la maduración del mercado. Ante esta situación, Europastry definió la internacionalización como prioridad estratégica, explorando varias oportunidades. Lo esfuerzos realizados hasta la fecha vía exportaciones habían llevado las ventas internacionales hasta el 12%, nivel que la empresa consideraba necesario aumentar hasta el 25 o 30%. En enero de 2012, surgió la posibilidad de adquirir un fabricante belga, con buenas instalaciones productivas, y la dirección de la empresa debía decidir si abordar o no la operación, definiendo para ello los criterios que debían guiar la estrategia de internacionalización de la empresa.