El caso plantea, a principios de 2009, la situación de un estudio de ingeniería y arquitectura que, tras cinco años de crecimiento sostenido en facturación y beneficios, se encuentra en una crítica situación tras la abrupta caída de los proyectos, reportando pérdidas en el cierre 2008 y con unas previsiones económicas y financieras muy desfavorables para los próximos años.
Con tres socios (hermanos entre sí) y una plantilla de profesionales fija de trece personas, invita a analizar las causas de la caída y cómo afecta ésta a la base de su negocio y su oferta distintiva; pretende plantear alternativas de salida y evaluar la sostenibilidad futura del negocio, poniendo énfasis en el análisis económico de sus distintas líneas de negocio, en su estructura de costes y rentabilidad por tipos de proyectos.
Adicionalmente, plantea un problema de dirección de una PYME de tipo familiar y el rol que ha jugado el Director General en este proceso.