¿Puede la inteligencia artificial revolucionar la cadena agroalimentaria?

Se estrena el caso "EC2CE. Inteligencia artificial en el agro"

Por Bassem Nwelati, asistente de investigación del Isntituto I. San Telmo

El pasado 8 de mayo se estrenó el caso ec2ce en el programa ADECA del Instituto Internacional San Telmo. En San Telmo se reunen anualmente, alrededor de dicho programa, más de 50 altos directivos del sector agroalimentario para discutir sobre  tendencias, retos, amenazas y oportunidades de la cadena agroalimentaria.

Por su parte, la empresa ec2ce ha creado una negocio basado en tecnologías de inteligencia artificial. A través de unos algoritmos adaptados a cada cliente, facilitan  la toma de decisiones del muchos de los agentes que actúan en el sector agroalimentario, mejorando sustancialmente la capacidad de predecir cosechas, demandas, precios de mercado o plagas, entre otros muchos aplicativos.

Siempre es motivo de alegría poder estrenar un caso, pero en esta ocasión el motivo de satisfacción es mucho mayor por los siguientes motivos:

  • Tuvimos la suerte de que nos acompañaran al estreno del caso dos de los fundadores: Ricardo ArjonaPedro Carrillo. Ambos amigos de la casa y, el segundo, antiguo alumno de nuestro programa MBA. Ingeniero y Físico de formación, respectivamente, son un ejemplo de valentía empresarial. Hace ya algunos años decidieron emprender un proyecto empresarial basado en Inteligencia Artificial, dejando puestos de máxima responsabilidad en una compañía internacional. En este caso no hablamos de jóvenes emprendedores, sino de directivos maduros con una gran visión internacional de los negocios, que han creado un modelo de negocio AIaaS (Inteligencia Artificial como servicio) que dará mucho que hablar en los próximos años y, sin duda alguna, aportará grandes ventajas y beneficios a las empresas que incorporen estos algoritmos a su toma de decisiones.
ec2ce

Ricardo y Pedro encarnan a la perfección muchos de los valores que intentamos transmitir en las aulas de San Telmo. Destacaría tres. 

En primer lugar la perserverancia que han demostrado tener estos años de duro trabajo desde que pudieron validar la excelente precisión de los primeros algoritmos de su plataforma con el histórico de cosechas de maíz en EEUU. 

La humildad que derrochan es digna de elogio. Son personas cercanas de trato muy llano que, con cierta timidez, reconocen que muchos de los trabajos que están realizando a nivel tecnológico podrían ser suficientes para poder justificar varias tesis doctorales. Pero no solo eso. Con una trayectoria directiva internacional de primera línea, decidieron abordar su negocio sin dar nada por sabido, acudiendo a procesos de aceleración en espacio RES, Andalucía Open Future e, incluso, asistiendo a foros de inversión como Alhambra Venture, tres referentes en Andalucía para acelerar negocios tecnológicos donde hemos tenido la oportunidad de compartir buenos momentos como mentor y profesor.

Por último, me gustaría destacar la prudencia. Escribir casos te permite profundizar mucho sobre la forma de entender los negocios de sus protagonistas y como toman las decisiones. Ricardo y Pedro ponen en práctica, y de manera natural y espontánea, la esencia del método del caso: implican a los que les rodean en sus problemáticas; reconocen cuando no saben de alguna materia y piden consejo; reflexionan conjuntamente; generan diálogo; toman decisiones bien procesadas; y mantienen un gran espíritu de mejora y aprendizaje. 

  • Por otra parte, el debate que lideró el profesor Antonio Villafuerte  fue de gran actualidad. Enfrenta una tecnología disruptiva como es la Inteligencia Artificial ante un sector donde los innovaciones pueden llegar a introducirse lentamente y, a veces, a regañadientes por los luditas. Desde que se introdujera el arado en Mesopotamia hace 6.000 años, se han producido muchos avances en el sector agroalimentario, pero la mayoría de ellos en las últimas décadas. El crecimiento de la población mundial no solo obliga a que toda la cadena agroalimentaria sea capaz de generar suficiente producción, sino también una importante reducción de las ineficiencias que los actuales sistema generan. Los algoritmos que están detrás de la Inteligencia Artificial, así como otras tecnologías, deberán ayudar en esta labor. La pregunta que nos surge es: ¿Cuánto tiempo tardará el sector en adoptar estas tecnologías de manera masiva?
  • Para finalizar, la sesión sirvió para reflexionar sobre algunos aspectos, como:

o    Las nuevas tecnologías han venido para quedarse y nos seguirán inundando de manera irremediable. Dejar pasar el tiempo y no incorporarlas adecuadamente en nuestros negocios puede ser un acto de irresponsabilidad con impacto directo en la cuenta de resultados de los próximos años. 

Las empresas más innovadoras no son solo aquellas que generan desarrollos propios, sino también las que son capaces de identificar en el exterior aquellos que aportan más valor y los acogen con rapidez. 

o   Frecuentemente, adoptar innovaciones exige la ruptura de paradigmas que tenemos arraigados profundamente en nuestra mente. Las principales barreras a la innovación las llevamos instaladas de serie en nuestros cerebros. Hay que mantener la mente abierta.

o   No todo vale. Innovar por innovar nos puede conducir a resultados nulos o nefastos si no tenemos un claro conocimiento del sector, la cadena de valor y el modelo de negocio. Se debe poner el foco en los procesos más relevantes de la empresa y abordarlos conjuntamente con clientes, proveedores y otrosstakeholders, generando espacios de innovación abierta que mejoren el ecosistema. 

Propuestas de valor como la de ec2ce, no solo plantean beneficios aislados para las empresas que usen sus servicios, sino que de manera implícita se benefician más eslabones de la cadena y, si lo pensamos con más detalles, nos beneficiamos todos a largo plazo.