El Grupo Telefónica es una de las principales compañías de telecomunicaciones del mundo. Con presencia en numerosos países, Telefónica se posicionó de manera notable en Alemania tras la compra de la británica O2 en 2006; un país en el que el Grupo llevaba intentando posicionarse por su dimensión y potencial desde el año 2000.
El Grupo Telefónica era en 2012 el tercer operador de telecomunicaciones en el mercado alemán por volumen de ingresos y el cuarto operador de telefonía móvil por número de clientes. En mayo de 2012 el Consejo de Administración del Grupo tomó la decisión “gestionar de manera proactiva la cartera de activos de la Compañía”, lo que incluía entre otras medidas iniciar el proceso de salida a Bolsa de su filial en Alemania. En aquellos momentos, la zona euro vivía las turbulencias de una profunda crisis financiera y económica.
En octubre de 2012, Telefónica Alemania comenzó su andadura independiente en los mercados de capitales saliendo a cotizar en la Bolsa de Fráncfort. El Grupo Telefónica mantuvo el control mayoritario de su accionariado con un 76,83 por ciento de su capital; el 23,17 por ciento restante estaba dominado por inversores institucionales internacionales. En palabras del Consejero Delegado de Telefónica Alemania, "para nosotros se trata de un paso natural, una progresión lógica en el desarrollo corporativo de Telefónica Alemania".
La cuestión que se plantea, desde entonces, es definir el futuro de Telefónica Alemania. La compañía formaba parte de un grupo de telecomunicaciones como Telefónica, pero con una nueva naturaleza propia por su presencia directa en los mercados de capitales; y con grandes desafíos a nivel de negocio; en especial en relación a su posicionamiento en el mercado frente a otros competidores, la evolución de las necesidades de los consumidores y el desafío tecnológico de un sector con constantes necesidades de inversión.