El caso expone la problemática de una entidad de Derecho Público en el sector cada vez más global y competitivo de los puertos, en el que se están produciendo importantes cambios.
El trafico del puerto de Gijón se encuentra concentrado en la descarga de carbón y minerales con destino principal a la única siderurgia integral existente en España, contando con la mayor instalación de graneles sólidos del país, en situación de saturación, explotada por una empresa mixta en la que participan minoritariamente los principales clientes.
Los esfuerzos se dirigen hacia la diversificación del tráfico, la ampliación de las instalaciones y la transformación de la plantilla en una actividad como la portuaria muy regulada laboralmente y de tradición conflictiva. Igualmente se proyectan innovaciones en los sistemas de información que integren al puerto en la cadena logística, permitan mejorar el servicio y supongan más valor añadido.
Se presenta un amplio resumen de las tendencias mundiales en los modelos organizativos de los puertos y el papel que representan las autoridades portuarias, que sirve como contraste y ejercicio de reflexión respecto a una situación histórica concreta y el marco legal en que se desenvuelven los puertos en España, desde la que deben tomarse decisiones para explotar las oportunidades que de otra forma serán aprovechados por otros puertos, españoles y extranjeros.