AGQ es un centro tecnológico dedicado a análisis químicos aplicados al sector agrícola, la empresa de transformación agroalimentaria y la industria medioambiental. Tras un rápido proceso de crecimiento en el mercado español decide abordar su expansión internacional en el año 2.000. A partir de su implantación en Chile y Perú, con filiales propias, entra en otros países de la región latinoamericana, para extender posteriormente su actividad a Europa y Norte de Áfriza, zonas con un gran portencial de negocio y geograficamente más próximas a su país de origen.
A lo largo de este período, AGQ se ha enfrentado a importantes decisiones estratégicas en relación a la gestión del riesgo y el compromiso en los mercados de destino. El caso plantea, después de analizar las claves de su proceso de internacionalización, la decisión de cómo retomar el control de la gestión operativa de las filiales latinoamericanas respecto del socio local, en un contexto de crecimiento de las ventas y de los beneficios, planteando los riesgos derivados de esta decisión y las medidas que se podrían adoptar para minimizar sus efectos.