El empresario Pedro Cánovas inicia un negocio de establecimientos propios de hostelería ofertando precios al público muy por debajo de lo habitual en el mercado: Mercado Provenzal. La propuesta tiene aceptación en el mercado, y tras abrir once establecimientos en apenas 8 meses, decide cambiar su estrategia, parar la apertura de propios y centrarse en franquiciar, ofertando al franquiciado un negocio a un precio también muy por debajo de lo habitual: una inversión de 50.000€, frente a los 150.000 a 400.000 de otras franquicias del mismo ramo. Esta propuesta tiene un rápido éxito en el mercado, pese a ser un momento de contracción en el consumo y de numerosos cierres de establecimientos hosteleros. Los problemas empiezan a surgir cuando su proveedor de cerveza, -uno de los tres grandes grupos fabricantes en España- cambia su estrategia. Mientras el crecimiento se daba fuera de su zona natural de influencia donde la cervecera no tenía una cuota significativa, apoyó esta expansión, pero al introducirse en la zona en que es predominante en el mercado lo retira repentinamente. ¿Qué futuro aguarda a esta compañía? ¿Es una propuesta viable y sostenible? ¿Llegará a ser, como aspira, uno de los grandes del sector, o será un concepto que pase de moda?