El testamento del empresario familiar reviste una singular importancia, no siempre considerada, en la correcta sucesión de la familia empresaria en el negocio, así como en el bienestar patrimonial futuro de sus miembros. Se trata, quizás, del acto de responsabilidad empresarial más relevante para asegurar la inexistencia de disputas entre la familia. El testamento debe garantizar una partición adecuada del patrimonio empresarial y personal, así como su continuidad y la adecuada atención a todos los miembros de la familia, sean o no miembros de los órganos de dirección de la empresa familiar.

 

La Cátedra BBVA de Empresa Familiar en colaboración Deloitte, ha diseñado una jornada enfocada a la mejora de la planificación sucesoria: la asignación de las participaciones empresariales a unos y no todos los sucesores, la garantía de la sucesión de la empresa a través de la línea consanguínea de la familia, la conformación de sindicatos de voto, las ventas conjuntas futuras del negocio, la designación de unos miembros de la familia como gestores del negocio tras el fallecimiento; medidas que garanticen el bienestar personal del cónyuge que sobrevive y de los familiares no involucrados en la gestión el negocio, de los menores, de los incapaces; previsiones valorativas del propio testador y nombramiento de expertos; atribución de derechos políticos al usufructuario (cónyuge viudo, por ejemplo) de las acciones de la empresa familiar; designación de administradores del menor que no coincidan con los familiares políticos en la gestión del patrimonio familiar heredado, elevación de la edad legal para gestionar la empresa, etc.

Sin duda, una jornada novedosa en el ámbito de la sucesión del negocio familiar. ¡Te esperamos!