PROVEIN era una pequeña empresa sevillana que se dedicaba a la venta al detalle de piezas de recambio para vehículos industriales.
En el momento del caso se encontraba en una situación complicada, debido a la bajada de la actividad económica y, por lo tanto, al incremento de la presión competitiva. Adicionalmente, los proveedores del sector (multinacionales) habían ido cerrando sus almacenes en España, para pasar a servir desde Centroeuropa y los clientes tendían a trabajar sin stock, confiando en el nivel de servicio de empresas como PROVEIN.
Las claves para sostener el negocio eran una buena gestión de compras y una excelente gestión del almacén. El reto consistía en encontrar el equilibrio ideal entre el nivel de stock necesario para dar un servicio excelente y el control de costes para poder ofrecer un precio competitivo.