Una empresa dedicada al alquiler de embarcaciones de recreo se plantea impulsar una nueva línea de negocio consistente en el arrendamiento de barcos a vela. Para ello puede adquirir barcos propios o alquilar embarcaciones a otras empresas o particulares. Tanto en un caso como en el otro, la empresa se enfrenta a la decisión de si hacer o no publicidad de su nueva oferta y de modificar o no sus páginas de Internet para facilitar la contratación directa por sus clientes. Así pues, el caso ilustra el proceso de análisis económico que el directivo debe llevar a cabo para elegir entre cursos de acción alternativos. La segunda parte del caso describe la situación en que se encontró la empresa al constatar que, al cabo de unos años, el proyecto que habían impulsado no tenía una rentabilidad aceptable, debido a la caída de la demanda.