Grupo Modelo, cervecera mexicana fundada en 1925, era en 2011 el séptimo grupo mundial y el mayor de México en la elaboración, distribución y venta de cerveza.
Había sido capaz de sostener su liderazgo a lo largo de los años, al margen de las operaciones corporativas y de concentración de los principales grupos cerveceros mundiales.
Su modelo de éxito hasta ahora se había sustentado en gran parte en una apuesta por su marca Corona, y por otro, en maximizar las economías de escala de su actividad productiva, centralizando la producción en México desde donde abastecía a sus principales mercados: México (posicionada en el segmento de consumo masivo, con grandes volúmenes y precios asequibles), EEUU y a mayor distancia los otros 170 países más, donde estaba presente en menor medida (posicionada en el segmento premium).
A principios del año 2011, ante los nuevos retos del escenario económico y la industria cervecera mundial, Carlos Fernández, su Presidente, planteaba si el modelo de negocio que había llevado al éxito a la compañía, sería garantía para mantener ese liderazgo en el futuro, en un mercado mundial cervecero cada día más competitivo, global y concentrado.
En su apuesta de futuro, pretendía consolidar su presencia global, de modo que para el 2015, la mitad de sus ingresos procedieran del mercado internacional. Pero ¿cómo podrían potenciar su presencia global? ¿Seguiría siendo válido su modelo de negocio, exitoso hasta ahora? ¿Qué cambios exigiría en su forma de competir, la apuesta internacional definitiva?