En el caso se analiza la evolución de una valla publicitaria para anunciar el brandy Veterano de Osborne, que tras sus 60 años de vida, se transforma en el símbolo de la marca corporativa de la empresa. Distintas vicisitudes, llegan a convertirlo incluso en un símbolo oficioso del imaginario popular de España, más allá de sus fronteras, y en uno de los escasos ejemplos a nivel mundial de símbolo de una marca comercial mimetizado con el su país de origen. Desde finales de los años 90 la empresa comienza a detectar numerosas falsificaciones, dada la buena acogida comercial que tenían los productos que incorporaban el símbolo del “toro de Osborne”. Llegado ese momento abren un proceso de reflexión sobre cómo obtener rendimiento económico a su valorado símbolo, por lo que en 2009 pone en marcha una división específica para su explotación, por la vía de concesión de licencias de uso. En 2016 Osborne retoma el debate interno sobre los límites, ventajas e inconvenientes de la explotación del icono del “toro de Osborne”.
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